domingo, 30 de agosto de 2009

Y el Gobierno Insiste en Meterme Preso.

Hace unas semanas ya, hablaba del establecimiento del instrumento legal nazi y casi salido de película de ciencia ficción, conocido como Ley CDM y sus consecuencias sobre mi vida y la de los demás si este conjunto de porquerías llamadas reglamento eran aprobadas.

Afortunadamente, la Asamblea Nacional decidió poner el proyecto guardado en su armario de leyes por aprobar (supongo que por ahí debe de andar bien olvidada y llena de polillas y polvo una ley anti-corrupción y una Anti-Terrorismo de Estado), por lo que mis nervios se calmaron un poco, al sacarme de mi cabeza planes de fuga al Amazonas Brasileño o al Kurdistán Iraquí, para que nadie me encuentre. Todo volvió a la semi-normalidad, es decir seguí emborrachándome, metiéndome con mis vecinos, leyendo libros raros y hablando mal del gobierno. Hasta que el miércoles, observé en la primera plana de El Nacional, la noticia que me ha estado quitando el sueño y ha revivido mis planes de escape a los sitios más alejados del planeta.

Esa noticia, es la de la aprobación de una fulana ley Para la Prohibición de Videojuegos y Juguetes Bélicos, es decir que buena parte de lo que está en mi computadora, cosas con las que he interactuado desde pequeño, ahora son, así sin más ilegales. Yo pensaría que sólo a alguien sin ninguna clase de interés por la diversión de la gente es a quien se le ocurriría una cosa de este tipo (por ejemplo a x villano de película infantil), pero resulta que nuestra versión de esos tipos no son más que la banda de inútiles y buenos para nada del PPT, a quienes habría que preguntarles, que les han regalado a sus hijos en la última navidad, Día del Niño o cumpleaños. Les apuesto y doblo los 10 bolívares que se encuentran arrugados en mi bolsillo, que estos tipos no les compraron a sus hijos una perinola o un gurrufio sin sentido, porque yo estoy más que claro que hoy día lo que un carajito quiere es un Xbox 360 con Gears of War y Halo o un PlayStation 3 con Call of Duty.

Es decir, todo un gran cóctel de hipocresía en una sociedad donde un día 20 diputados glorifican a Lina Ron por atacar un canal de Tv porque le dio su gana, y al otro les da por prohibirles sano entretenimiento a los niños.

Con esta ley, solo puedo decir, adiós Max Payne, adiós Call of Duty, adiós Star Wars, adiós Hitman y un largo etc. que nunca terminaré. Que nunca terminaré, porque la ley es tan absurda, inútil y sin sentido (es decir todo lo que representa el PPT y sus líderes), que nadie la va a cumplir, porque si vamos al punto, la venta de pornografía también está prohibida y no por eso no la venden (y si no me creen métanse en La Hoyada), para acabar con la venta de esta vaina, tendrían que arrestar a todos los buhoneros de Venezuela, algo que de por si hace rato debieron haber hecho por ser ilegal, pero no lo han hecho ni lo harán porque son tan inútiles que no pueden hacerlo.

Es decir que aún cuando tienen este absurdo marco legal para arrestar a alguien no lo harán, es decir podré continuar tranquilamente matando yonkis en Nueva York, Nazis en Polonia, y soldados imperiales en Tatooine y sencillamente a nadie le va a importar, porque aunque el partido de Pablo Medina le siga picando el ano porque los niños están jugando Mortal Kombat, nadie se va a levantar de sus sillones para arrestarme porque van a estar ocupados haciendo algo mejor (como jugar Mortal Kombat).

Porque si vamos al punto una de las razones por las que los carajitos se meten a delincuentes es porque no tienen nada que hacer por vivir en un entorno asqueroso, es decir, es preferible tener a unos niños con sus manos ocupadas en un PlayStation 3 matando gente imaginaria, antes que tenerlos en la vida real con un .38 matando al panadero portugués de la esquina, ya que el juego posiblemente no los sacará de la pobreza, pero los mantendrá entretenidos y cuerdos para que posteriormente busquen una manera de salir de la pobreza sin hacerle daño a más nadie además de los personajes imaginarios del monitor de la computadora o el televisor.

La primera persona que vean arrestada por violar la que tengo dudas que sea la ley más absurda de las que han hecho en los últimos tiempos (ya que no es difícil, ya que la estupidez humana y el absurdo es algo poco difícil de superar por el gobierno), quiero que me digan quien es, para así empezar a hacer mis maletas al Turkestán o cualquier otro lugar de esos feos donde ni Cilia ni Albornoz se meterían porque les da miedo perder el maquillaje por lo cobardes que son, mientras tanto yo seguiré matando Nazis en la realidad virtual, esperando no tener que hacerlo en la realidad porque ya se han extinguido.

Ley Para la Prohibición de Videojuegos y Juguetes Bélicos, mis Bolas, ¿Quien me acompaña a matar Nazis?

lunes, 17 de agosto de 2009

Maldito Fumador

Antes que nada, quiero aclarar que yo creo en el sagrado derecho que tiene una persona a destruir su cuerpo, si eso lo hace feliz y además si en el acto de destrucción corporal no se afecta de manera negativa a otras personas vivas (porque también creo en el aborto). Por eso considero que se puede ser alcohólico, periquero, marihuanero, anoréxico, bulímico, adicto al tabaco, bebedor de Preveral o lo que sea, siempre y cuando, el dinero que uses para comprar esos productos te los hayas ganado de manera digna y honrada sin robar, asesinar o causar algún daño en alguna otra persona.

Pero eso no justifica que tengas que hacer ese montón de cosas desagradables para mí y quizás para muchos más frente a mí o cerca de mí. Es decir, no me gusta tener que caminar por una calle oscura donde 5 piedreros estén compartiendo sus dosis como si nada, y obviamente tampoco me gusta que una mujer me diga que la acompañe a un callejón asqueroso para vomitar la hamburguesa que tan cordialmente le invite porque no quiere engordar.

Pero lo que de verdad me rompe las bolas como ninguna otra cosa de estas, es tener que tragarme el humo que expulsa un fumador cuando estoy caminando por alguna paupérrima calle de este país. Porque de verdad, a mi me parece bien que esta persona satisfaga su deseo de fumar, no lo culpo a pesar de que no me gusta, pero por eso tiene que ponerse a fumar sus cigarrillos baratos de contrabando frente a mí, para echarme el humo en toda la cara, como si el por la divina providencia de su gran puta madre tuviera el derecho de contaminar al resto del mundo con su vicio personal, es decir es como si yo me pusiera en una cola del Metrobus sacara mi botella de ron y la esparciera por un radio de 10 metros, les aseguro que al menos una persona me dirá maleducado, borracho sin remedio o algún otro epíteto por el estilo.

Es decir, que gracias a esta gente (que creo que decirle gente es como que mucho para ellos) tengo que calarme en un mismo sitio, el olor a cloacas, el de combustible chimbo de camiones y además el humo que sale de sus pulmones destruyéndolos poco a poco, también afectándome a mí, y violando mis reglas de tolerancia a los vicios que ya puse arriba, irrespetándome a mí y a mi concepción de la vida.

Porque por ejemplo, si alguien que fuma me invita a su casa y enciende un cigarrillo, yo no le voy a decir que apague el cigarrillo, ya que estamos en su casa, es decir, su casa-sus reglas, y me calo su jodido humo de cigarrillo sin reclamar. Pero si algún invitado a mi casa se atreve a fumar en mis aposentos, le vaciaré el contenido de un florero encima para que respete mi autoridad sobre mi propiedad. Pero yo considero que cuando se está en campo neutral (es decir en la calle), ninguno de los dos tiene el derecho a hacer una de estas cosas, es decir yo no debería calarme tu nocivo humo y yo no debería tampoco vaciarte un florero encima.

El problema es que esta gente hace que yo me cale su humo, es decir que como estamos en campo neutral, ¿tendré que empezar a vaciarle floreros a la gente? Porque si ellos no me respetan creo que yo tampoco debería hacerlo.

Fumadores mis bolas, empezaré a buscar un florero lleno de agua piche.

martes, 11 de agosto de 2009

Los Antisociales no Merecen Empleo.

Las veces que me pongo a revisar los clasificados y las ofertas de empleo que encuentro, bien por los periódicos, Internet, revistas y muchos otros medios donde se anuncian la búsqueda de personal para diversas labores, siempre encuentro que buscan el mismo perfil que me lo sé de memoria, y resuena en mi cabeza todo el tiempo cuando termino de leer las mismas palabras una y otra vez:

Se Buscan: Jóvenes universitarios de 17 a 25 años, Alegres, Proactivos, Dinámicos, de Buena Presencia, con entusiasmo y ganas de trabajar…

El resto son las cosas sin importancia para la idea del escrito, como si estás interesado manda el currículo a nosequevaina, con los siguientes documentos o comunícate al 000-TUMADREESMIPUTA. Pero volviendo a la idea piden el montón de requisitos anímicos que para mí, un antisocial aspirante a ermitaño son un total fastidio ya que simplemente piden lo opuesto a lo que uno es, teniendo que mentir para conseguir trabajo, desmantelándose poco a poco la mentira, al hacerse insostenible la sonrisita a lo Ren y Stimpy que a la gente le mandan a poner en estos putos trabajos.

Claro, eso es los trabajos que requieren contacto directo con el cliente, que en Venezuela los clientes suelen ser la gentuza que suele protagonizar los posts de este blog, en trabajos como Mc Donalds, y todo lo que involucre cosas de comida rápida, donde además de tener un trabajo difícil como es tratar con esos elementos ya mencionados, tienes que conformarte con un sueldo mísero que no compensa las arrecheras reprimidas a lo largo de un día de trabajo.

Otros trabajos donde buscan gente con el mismo perfil, es en los centros telefónicos de Atención al Cliente, bien del Banco de Venezuela, Movistar o cualquier empresa x donde necesiten gente para atender a los que llaman por teléfono a estas cuestiones porque tienen alguna necesidad y. Claro, suena bien demasiado bien, pero el problema es, ¿Para qué verga necesitas a alguien de buena presencia y alegre para un trabajo donde no te van a ver la cara, y donde a nadie le importa si estás alegre o en una jodida depresión? No lo entiendo en este trabajo a la gente a la que se atiende no le importa si el que está al teléfono es un tukky, un comegato, una sifriputa o hasta un pedófilo con tal de que les resuelvan sus problemas, y lo digo por experiencia porque yo cuando llamo a estas cuestiones bien para confirmar transacciones o pagar cuentas, lo único que yo pido es que quien me atienda sea alguien que cuando le haga una pregunta no me diga “Ay yo no sé, déjeme pasárselo a la división nosecueal”, sino alguien que me diga su “transacción está lista” sin que le importe una verga más allá de eso porque se supone que ese es su trabajo y porque si yo quisiera que alguien se interesara en algo más allá de eso, para algo están las líneas calientes (Nota Mental: ¿A quién carajo buscarán para esos Call Centers? ¿Será que averiguo y meto currículo?)

Pareciera que con estas ofertas, las empresas y el mercado laboral sólo quieren decir una cosa: Hay trabajos para todos, menos para usted, porque es un perdedor, porque es prescindible, y que el mundo sólo está hecho para gente alegre que debe atender con cara de hipocresía a gente amargada. Es decir jodase usted que es sincero, jodase usted que quiere hacer las cosas de manera correcta, jodase usted que no quiere ser un corrupto, el único trabajo donde usted puede estar es como barrendero de una cuadrilla, asaltante de bancos o como organizador de pirámides financieras que hoy día están muy en boga (Dígalo ahí DMG).

Al parecer en este país hay personas que merecen empleo y a todos les saben a mierda los derechos laborales, todo es una eterna ley de Herodes para quienes buscan trabajos de medio tiempo en esta pocilga que algunos todavía osan llamar país. Mercado Laboral mis bolas, jodanse ustedes malditos Ren y Stimpy de recursos humanos de x empresa.

lunes, 10 de agosto de 2009

¿Por qué los Pobres Toman Vacaciones?

Otra anécdota de la vida diaria. Mientras estoy engulléndome una arepa de salchichas con salsa rosada y guasacaca en un lugar del cual dudo mucho de sus condiciones sanitarias, al estar justo al lado de una quebrada, veo que viene el Metrobus que yo suelo tomar los días de semana para ir a la universidad cuando no tengo mucho dinero (es decir, casi todo el tiempo) viniendo en dirección Caracas-La Guaira.

Claro no sería nada raro, si no es porque es sábado, estoy unos kilómetros más lejos del sitio donde se encuentra la parada terminal, y además, porque la poca gente que va montada en el bus esta vestida como si fuera para la playa, cosa que no sería rara, un sábado en la mañana en La Guaira un montón de personas en una autobús yendo a la playa, a menos que este fuera un servicio que no funciona los fines de semana.

O que al menos no funcionaba, hasta hoy que decidieron instaurarlo, con el supuesto propósito, de que “las clases populares puedan costear un paseo a la playa”. A lo que yo me atrevo a decir con mi muy poca autoridad moral, Bullshit.

¿Por qué demonios se le debe dar facilidades a la gente para que se vaya a gastarse los reales en caña, en lugar de darle facilidades para que los inviertan en algo más productivo?

Esa cuestión es la que yo me pregunte después de ver esa basura, es decir, los reales de este país, lo poco que yo pago por tickets de metro y algunas partidas del Ministerio de Obras Públicas, se están gastando en que un montón de personas que bien podrían servir como campaña pro-condón. Se gastan esos reales para que un montón de idiotas en lugar de estar trabajando para superar sus paupérrimas condiciones de vida, anden por una playa meándose el mar, ensuciando la arena y gastándose los reales en cerveza como si no hubiera mañana, viviendo la vida a la manera de Eudomar Santos y su “Como vaya viniendo vamos viendo”.

Claro, probablemente este será el momento en el que saldrán los ricos comunistoides pseudo-intelectuales del Centro Miranda; que tanto les gusta defender a los pobres hablando de socialismo, pero que nunca han pasado frío en la noche por no tener donde dormir, a decir que esta gente también tiene derecho a vacaciones, porque de eso se trata el socialismo. Bah, que socialismo ni que vergas, está bien que se vayan de vacaciones, que tengan tiempo libre y que lo inviertan en alguna cosa que les guste, pero eso es la creación de un círculo vicioso de facilidades que a la larga el Estado no podrá costear, es decir, que siempre estos coños inservibles para la sociedad, van a estar pidiéndole a este Estado Paternalista que les resuelva todo como si fueran niños ricos malcriados.

Porque vean, esta es gente que de vaina gana 800 Bs. F mensuales, que tiene 6 hijos en edad escolar, que no usan anticonceptivos, pero que les encanta tirar; pero aún así el Estado los alimenta (vean Mercal), les da un servicio médico que ellos consideran 5 estrellas (Barrio Adentro) pero que en realidad es una estafa, y ahora de paso les da facilidades para que puedan irse a la playa los fines de semana a derrochar un dinero que podrían gastarse en mejorar su asqueroso rancho, comprar anticonceptivos para que dejen de andar como conejos, pagarse un curso de cualquier vaina que pueda ayudarlos a dejar de ganar 800 Bs. F mensuales que tienen que repartirse en una casa asquerosa, 2 personas en edad laboral de las cuales una sola trabaja en un empleo mediocre porque le da la gana, y 6 futuros cánceres para la sociedad, que o se convertirán en dependientes de la Teta del Estado igual que sus mediocres padres, o terminarán muertos antes de cumplir los 25 años por alguna bala disparada por cualquier persona (policía, malandro, suicida, vengador).

Al parecer, nadie piensa esto, y en lugar de darles a las personas mejores oportunidades de entretenimiento cerca de casa para que estos pobres dejen de tener una excusa para gastarse la quincena en alcohol con la excusa de la playa, (es decir, ese montón de vainas culturales que el estado rara vez organiza en los barrios, pueden ser buena idea), el estado prefiere facilitarles artilugios que hacen que estos fulanos continúen con el mismo esquema cultural del rancho en la cabeza, viviendo por siempre del estado, tratándolos como marionetas que al final termina domando y llevando a las urnas a votar por la tarjeta roja que esta de primera en el gran tarjetón, estando las marionetas con la vaga sensación de felicidad alienante comiendo porquería, y los titiriteros gozándose las mejores cosas convencidos de que las marionetas nunca se darán cuenta del engaño.

jueves, 6 de agosto de 2009

Literatura del Metro.

Hoy me dio por ir a comprar libros, me dijeron que salió uno muy bueno de Tomás Straka que es sobre el culto a Bolívar y bueno me dije, bien vamos a por él fulano libro para ver que tal es y para dejar de gastarme el dinero en cosas innecesarias.

Como yo soy pobre y lo que tenía en ese momento eran (a muy duras penas) 30 Bs. F, pues decidí irme a uno de los pocos sitios donde puedes comprarte un libro sin tener que empeñar un riñón para pagarlo, el puente Fuerzas Armadas donde siempre hay un montón de vendedores de libros que muy rara vez me han fallado cuando voy a buscar libros que necesito. Claro no te atrevas a preguntar si tienen algo de Frank Miller o el Manual práctico del Odio de Ferréz , porque te mirarán como si les hubieras hablado en ruso.

Me dispuse a preguntarle a al primer vendedor que vi si tenía además del libro, una serie de otros libros que tenía anotada en una lista. La mayoría de los libros de la lista los tenía, pero el de Tomás Straka, ni de vaina, aunque el vendedor muy cordialmente me dijo que viniera en unos días a ver si me encontraba la vaina.

Luego de seguir buscando entre otros 10 o 15 vendedores más, encontré por fin un Stand donde una señora tenía un montón de libros nuevos (como el que estoy buscando) le pregunté si lo tenía y me dijo que sí, pero a 60 Bs. F. Luego de 2 imperceptibles décimas de frustración en mi mente, seguí mi camino buscando en otros Stands, pero fue imposible encontrar el puto libro.
Imagínense, entre 20 stands que recorrí, sólo uno tenía el libro, a un precio que doblaba mi capital y por el que tuve que darle la vuelta a un puente bien oscuro, mientras en cambio en como 18 de los 20 Stands, estaban las mil y un versiones de Caballo de Troya, Osho, y toda clase de basura de esas de “encontrarse a sí mismo” y autoayuda.

Encontré lo que yo llamaría “Literatura del Metro”, lo que para darles una introducción, son todos aquellos libros que leen las mujeres y algunos tipos en el metro para dárselas de interesantes, dando la impresión de que leen algo para distinguirse de los demás, aún cuando las otras 100 personas del vagón están leyendo lo mismo.

No es mi intención dármelas de arrecho, porque yo en el metro en lugar de leer esas vainas ando leyendo a cualquier autor raro escuchando a Motörhead en mi Mp3 (cuando funcionaba), pero es que coño, la gente siempre lee la misma vaina, los años pasan y la gente sigue leyendo la misma porquería, que dicen que es dizque profunda y que te pone a pensar en lo hermoso de la vida, aún cuando en el fondo sabes que lo lees porque es la moda (Dígalo ahí Paulo Coehlo). Por favor, primero que nada, la autoayuda demuestra que no eres inteligente y mucho menos que eres normal, primero que nada si es autoayuda, ¿Por qué demonios estás leyendo a alguien que te dice como vivir tu vida? Se supone que es autoayuda es decir ayúdate a ti mismo, ese libro que tienes en las manos no te ayuda a ti a superarte sino a que Marcy Shimoff (o como se llame la fulana esa de la sopa de pollo) tenga más dinero en su cuenta bancaria.

Pero aún así esta gente cree que es la onda con su libro poco novedoso que dice las mismas vainas que se han dicho una y otra vez y que por una extraña siempre tienen éxito (Nota mental: Debo escribir uno de esos libros balurdos para dejar la pobreza), es decir que si usted está leyendo en el metro un libro escrito por un escritor frecuente de aporrea, sobre un tipo que escribía cosas feas y se terminó matando, prepárese para ser visto como un extraño por los ingenuos que hacen que Stephanie Meyer y Osho tengan más dinero que usted.

Algunos libros que son literatura de Metro:

Twilight (es que la gente todo lo que es película lo lee).

Paulo Coehlo.

La Culpa es de la Vaca.

Dan Brown

Y la autora que hace que yo píense que el fin de la humanidad está cerca: Danielle Steele.

Esto no es literatura de Metro:

José Antonio Ramos Sucre.

Brett Easton Ellis.

Argenis Rodríguez.

JRD.

Cualquier libro que no sea de autoayuda.

Algunas personas que leen esta literatura vacía:

La gorda que ocupa asiento y medio del metro que huele a desodorante barato.

El Tukky que cree que es fino tener una bufanda a 38 grados centígrados.

Chávez (No se caigan a pajas, ese no lee a Chomsky, ese tipo en las noches tiene un libro de Danielle Steele en su gaveta para llorar, porque hace mucho que no tiene sexo)

Pero al fin y al cabo mientras la gente se rija más por modas al momento de comprar cualquier cosa, antes de por lo que de verdad es interesante, Stephanie Meyer seguirá teniendo más dinero que tú, Osho seguirá estafando a tipos con bajo coeficiente intelectual y Dan Brown seguirá haciéndole creer a viejas politeístas (porque creen en Dios, pero también en Buda, el Feng Shui y María Lionza) que la Iglesia tiene un complot para ocultar a los hijos de Jesús.

lunes, 3 de agosto de 2009

Iré Preso.

Ustedes mis pocos lectores lo sabían mucho mejor que yo, que probablemente este blog en algún momento se tendría que tomar una pausa más larga de las que su autor acostumbra hacer por motivos académicos y/o personales, que el riesgo de que este fulano un día le diera por decir basta de todo fuera tan grave que en algún momento terminara tras las rejas de alguna prisión asquerosa sólo porque no fue suficiente la descarga que antiguamente le daba escribir relatos, crónicas y opiniones sobre cómo vive.

Ustedes lo saben, probablemente un día me arrestarían no sé, por vandalismo al ser descubierto bebiéndome una botella de Cacique, con una sonrisa en el rostro frente a un Fiat Uno estacionado y en llamas en el estacionamiento de mi edificio; o que tal vez un día me arresten por agresión por golpear brutalmente a un motorizado con un bate de madera firmado por Vizquel, en alguna autopista de Venezuela; o peor, que un día me hubiera dado por quemar una bandera de Venezuela frente a un destacamento de la Guardia Nacional. Pero bueno nunca se sabe.

El hecho es que no hecho ninguna de esas cosas, y sigo luchando por evitar sucumbir ante estos métodos de liberación de ira, que aunque parecen divertidos desde mi punto de vista, a los ojos de ciertas leyes de convivencia humana son sencillamente inhumanos y faltos de sensibilidad.

Desafortunadamente, y aunque no haya hecho ninguna de estas cosas por las que iría a la cárcel con una sonrisa en mi rostro, igual iré preso. Probablemente el misterio los está matando de saber qué demonios he hecho, si ya le queme el Fiat a Barriga e’ Mero, o si queme una bandera frente a los pacos porque sencillamente el escribir ya no me hacía un hombre civilizado y sin ira. Pues no, no es nada de eso, sencillamente iré preso por lo que al parecer era lo único que evitaba que yo pudiera comportarme de manera poco civilizada, es decir sólo por escribir estas líneas, estos aproximadamente 130 posts que escrito aquí (sin contar con mi trabajo en Desde el Sillón y Música Apestosa) existe una posibilidad de que yo, un pobre tipo desempleado cuyo único pecado es guardarse la arrechera contenida cuando está en la calle para después drenarla aquí, pase 2 años en prisión, y sin derecho a pataleo, es decir que ni Johnnie Cochran ni Jacques Vergès me salvarán.

Y a que viene eso, pues a menos que sean unos ermitaños sin ningún contacto con el resto del país (si lo son los felicito), deben haber oído del nuevo absurdo legal que el gobierno ha creado conocido como Ley Contra los Delitos Mediáticos (o Ley CDM pa’ los panas), según la cual cosas que yo hago, como interpretar las noticias a mi manera, o dar mi opinión sobre las mismas, es un delito, porque atenta contra la salud mental de los “venezolanos”.

Claro, como si todos los venezolanos, supieran que existe mi blog, vieran Globovisión y leyeran Tal Cual, estos fulanos que redactaron está ley creen que ellos escogen lo que deben saber los que vivimos en esta patria cutre, pero claro como estos fulanos tiene un extraño sentido de la realidad y de lo que es el bien y el mal, ahora les da por considerar que lo que diga un borracho de esquina como yo o una sifrina de barrio como cualquiera de las que hay por ahí, es un asunto por lo que debe velar el estado por ser considerado de alta seguridad para la nación. Claro diría el Filosófo de Maracaibo, que no se le pueden pedir peras al horno.

Además de ser en si absurdo el hecho de que la gran preocupación del estado sean las opiniones de cualquiera, más absurdo es saber que habiendo tantos crímenes en el país, tanto malandro y periquero suelto por ahí, estos tarados se pongan a pensar en nuevas formas de que el venezolano infrinja las leyes. Además cómo demonios nos van a atrapar a nosotros que de vaina cometemos un delito menor, cuando vulgares azotes de barrio y otros criminales de peor calaña andan sueltos por ahí. Ah ¿A quién pretenden engañar? Obviamente a mi no me engañan.

De paso aunque la opinión sea un delito, igual en esta porquería de país van a seguir ocurriendo asesinatos, los corruptos seguirán robando (Dígalo ahí Diosdado) y en las clínicas te seguirán cobrando a precio de Mónaco un servicio al estilo Zaire.

Pero eso a nadie le importa en el gobierno, porque es de suma importancia que la “seguridad de la nación” sea mantenida con medidas que probablemente hasta Mussolini o Bokassa habrían tildado de ilegales.

Ley CDM, mis bolas y llévatelo Luisa Ortega, que aquí te espero con una sonrisa en el rostro de oreja a oreja.