martes, 20 de abril de 2010

Al Inca lo Mató el Sistema.


A estas alturas del partido, cuando este boxeador ha muerto primero moralmente para después terminar de fallecer físicamente por mano propia, es poco lo que yo puedo decir además de las ya consabidas mentadas de madre que cualquier venezolano suele lanzar al escuchar noticias bárbaras como esta, que viene a empañar y ennegrecer más un Bicentenario con un trasfondo de por sí oscuro y triste.

Porque estás 2 muertes que han ocurrido en un pequeño período de tiempo (en menos de 48 horas), además de opacar las cerca de 60 más que han ocurrido en este sangriento fin de semana largo y feriado, nos muestran además de la ya conocida crueldad y mala sangre de los criminales venezolanos, que si quieren un ejemplo de esto además del mencionado, lo único que deben hacer es abrir la página de sucesos de cualquier periódico o si tienen aguante, meterse en quelacreo; No es solo esto lo que nos muestra el homicidio-suicidio casi hollywoodense del sábado al lunes ambos al filo de la madrugada, también nos otorga una visión panorámica y de par en par de lo asqueroso del sistema judicial venezolano.

Muchos dicen que este sistema no es más que un reflejo de la putrefacción más putrefacta de la excrecencia esa llamada sociedad venezolana, que acostumbra mucho al liberalismo en las cosas que no deben ser liberales, pero al conservadurismo rancio en aspectos que deben ser más liberales que un libro de Adam Smith. Porque el conjunto social venezolano, al ver cosas como el maltrato a la mujer, en lugar de denunciar, solo responde con el típico “ese es problema de ellos”, pero este sistema al ver cosas como la homosexualidad o el adulterio responde con burlas y otras maneras infantiles que hacen de ella una porquería que mete sus narices donde no debe e ignora lo que le corresponde.

Y de esta forma es que se producen ambas muertes, porque si no fuera por esta actitud liberal del sistema judicial (que seamos buenos, se llama cabronería) no habría ocurrido nada de esto, pues la cabronería, fue la que dejó libre a un maltratador de mujeres, la cabronería, fue la que dejó morir al carajo, la cabronería en general fue quien mató a este carajo.

Porque al fin y al cabo toda la cabronería se debía a que el Inca se la pasaba tomándose fotos y dándole la mano a todo aquel que tuviera cargo en el PSUV, y por esa razón era considerado un intocable, a pesar de que hacía cosas que lo asemejaban más al peor malandro de cualquier ciudad venezolana, que a un campeón mundial de los pesos ligeros de boxeo.

Lo que quiere decir que si te tatúas a Chávez en el pecho puedes desgranputear a tu mujer sin ningún problema, es decir vía libre a los maltratadores de mujeres, periqueros y alcohólicos en general, si se tatúa a Chávez en el pecho puede andar tranquilo ya que buena parte de la sociedad no lo mirará feo sino que hasta le levantará la mano en público como un héroe.

Y mientras tanto sigamos celebrando de manera violenta el Bicentenario, miré que hay invitados especiales y hay que ser prudentes.

P.D.: Yo no me mofo de Valero, es decir no me culpen a mí, culpen a los funcionarios bien pagados que le permitían sus payasadas, no al pobre escritor que solo da su opinión sobre el hecho.

lunes, 19 de abril de 2010

¿200 Años de qué?

200 Años Tolerando las idioteces de caudillos.
200 años creyendonos que somos lo mejor porque tenemos real.
200 años teniendo más desgracias que alegrías.
200 años engañandonos a nosotros mismos.
200 años sin producir algo bueno.
200 años con los mismos errores.
200 años creyendo que lo nacional hay que apoyarlo por ese solo hecho.
200 años destacandónos en los peores renglones de cualquier cosa que tenga ranking en este mundo.
200 años sintiendonos orgullosos de eso mismo.
200 años siendo violados y pensando que eso es amor.
200 años admirando auténticos bastardos sin gloria.
200 años confirmando las teorías del eterno tercermundismo.
200 años sin pararle a los pocos que de verdad piensan.
200 años siguiendo a un montón de boludos.
200 años de mitomanía.
200 años de megalomanía.
200 años de pura y dura masturbación mental.
200 años siendo la excrecencia de las excrecencia.
200 años celebrando de la peor manera posible 200 años.
200 años siendo todavía unos pajuos neocolonialistas.
200 años y entregamos el país a los extranjeros de una manera que los de hace 200 años nos abofetearían si lo vieran.
¿Y por está razón yo tengo que celebrar estos 200 años?

200 años mis bolas. Al coño e' su madre el Alba, Cristina y las falsas obras de infraestructura chimbas bicentenarias.

lunes, 12 de abril de 2010

La Muerte del Buen Kiosquero.

Yo tengo la intención de plantear una pequeña pregunta, antes de comenzar mi disertación ¿Usted iría a comprar medicamentos una farmacia donde el encargado no sabe diferenciar entre una pastilla de Atamel y una de Viagra? Esto es algo retorico, no tienes que contestarlo, pues de ser así, cada vez que yo me enfermara de fiebre no solo tendría que luchar con este horrible síntoma, sino además estaría en una franca batalla de vestuario conmigo mismo buscando como evitar que se note mi portentosa erección durante varias horas si corro con suerte.

Tal vez exageré con este ejemplo al iniciar esto, ya que una situación tan bizarra como esta es muy difícil que ocurra, pero de la misma forma que uno no compraría medicamentos en la tienda de un total desequilibrado que no distingue analgésicos de afrodisíacos, yo creo que uno no debería comprar cualquier cosa en un sitio donde el que este encargado de la tienda tenga un conocimiento nulo sobre lo que está comerciando.

¿Y esto a que viene? Pues una vez más a la idiotez humana, al problema vocacional y de poco empleo que aún cuando la gente crea que no la afecta, si la afecta, solo que de manera indirecta. A mi me afecta de ambas maneras, primero porque soy desempleado y la segunda porque me tengo que calar cosas como está cuando voy a comprar el periódico un domingo cualquiera:

Yo: Un Nacional, un Universal y un Últimas Noticias.

Kiosquera: Últimas Noticias nada más, porque no vino Nacional ni Universal.

Yo: ¿No vino? Pero si es domingo y siempre venden más los domingos?

Kiosquera Burra: Pero es que el distribuidor ya no viene porque quiere que yo lo reciba a las 5 de la mañana.

Yo: Pero siempre es así en todos los kioscos, ¿Porque no lo abres más temprano en lugar de andarte quejando porque no vendes casi?

Kiosquera Burra: Ay yo no sé.

Y en ese preciso momento es cuando me entran unas ganas de joder a la kiosquera al igual que hace Pity Álvarez en esta canción:

Señor Kiosquero-Intoxicados.


¿Y porque quisiera quedarme con el fruto de su trabajo? Pues porque su trabajo es tan malo que se nota que su dinero no vale nada por la manera como se lo gana, es decir que como le chupa un huevo darme un buen servicio también le debería chupar un huevo que yo me lleve su dinero.
Y de esta manera no incito al robo, solo digo la manera como me siento al tener que calarme excusa tras excusa de una kiosquera idiota, de un kiosco que rara vez ha tenido un kiosquero decente; y que aún a riesgo de ofender a una que otra feminista que lea esta vaina el comportamiento de burras como esta me hacen pensar que el machismo es un mal necesario.

Porque a decir verdad ese kiosco pareció siempre estar maldito, pues su dueño original era un viejo idiota con un parecido bizarro a Chuck Berry, al que tenía que padecer debido a que mi padre le dejaba pago el periódico, pero claro yo era quien tenía que ir a buscar el periódico calándome a este viejo y sus problemas de memoria selectiva, ya que a pesar de que varias veces se olvidaba de apartarme el periódico, siempre a fin de mes intentaba cobrarnos hasta los periódicos que nunca nos dio, pero claro cualquier persona era más lista que él y nunca se salía con la suya (más de una vez le compraba los Urbes a mitad de precio porque pensaba que eran a 500 cuando ya estaban a mil).

Tal vez no escribiría esto si el problema fuera solamente el kiosco del viejo, ese es el peo, que en buena parte de los kioscos donde suelo comprara el periódico bien cuando estoy en Caracas o en La Guaira se ha perdido la imagen del kiosquero o kiosquera afable que se levantaba a las 3 de la mañana para recibir a sus proveedores a las 4 y abrir el kiosco a las 5 para luego cerrarlo a las 3 pm, pero no porque quisiera hacerse rico, sino porque considera que su trabajo es de pinga, porque para él los periódicos son algo más que el medio para ganarse el pan, porque vender diarios no solo es dar el diario sino compartir opiniones con los clientes, es decir el kiosquero confiable que habitaba en buena parte de Venezuela ha muerto y ha sido reemplazado por las mismas burras que no deberían estar en ningún otro lugar que no sea en una maquila cosiendo los zapatos que sus hijos tukkys quieren comprar porque están a la moda.

Pero así como la burocracia, las farmacias, los kioscos y todos los sitios donde se supone deberían darnos un buen servicio, han sido tomados por burros totales que creen que por no conseguir trabajo pueden irse a uno que según ellos es fácil pues es solo “vender periódico”, sin importar que las implicaciones de este oficio requieren algo más que actuar como los inútiles que son, que creen que pueden ganar dinero solamente calentando un asiento.

Todos ustedes pueden irse a la mierda. Kiosqueros Idiotas mis bolas.

P.D.: Hay una luz al final del túnel, ahora compro el diario en un kiosquero donde quienes atienden son extrañamente corteses, bien hablados y saben diferenciar muy bien a El Nacional del Universal, no solo por la tipografía, sino porque lo han leído y saben muy bien que no son la misma vaina en cuanto a línea editorial, he encontrado una aguja de plata en un inmenso pajar creciente de kiosqueros idiotas.

viernes, 9 de abril de 2010

¿Por qué Paren Tanto?

Siempre que ando en la calle, caminando, en un autobús o simplemente parado en una calle realizando lo que algunos llamarían ejercicios de observación y otros simplemente perder el tiempo; noto con atención no solo la conducta y modos de vestir de las personas, sino también me pongo a esperar por esos pequeños conflictos que se dan en estas ciudades por lo que un parte policial llamaría motivos fútiles, conflictos que al ver que ocurren, espero que lleguen a la básica violencia de los puños solo para divertirme observando cómo dos seres de inteligencia limitada tratan de demostrar su superioridad o inferioridad por la vía de la lucha libre.

Claro, no todo el tiempo suelen ocurrir peleas en los sitios donde mi rango de visión llega a observar, lo peor es que cuando suelo dejar volar mi imaginación para que las peleas ocurran en mi mente con la esperanza de que ocurran en la vida real para mayor entretenimiento e hilaridad, algún escándalo me saca de todos los pensamientos relajantes existentes para devolverme a la dolorosa y aburrida realidad. Y eso no es todo, lo peor es que quien suele interrumpir ese lapsus de delirio en el que dejo absorber, suele ser el incesante llanto de un niño que una y otra vez desgarra mis oídos y evita que vuelva mi concentración para imaginar un mundo mejor sin mujeres pendejas que creen que el llanto de su hijo es un problema de mi incumbencia.

Y el problema va peor cuando noto que la madre de este engendro del demonio, es una carajita unos años menor que yo que no hace nada para callar a su hijo idiota porque sabe que es inútil no puede hacer, precisamente porque es una idiota que no sabe cómo cuidar un niño, por lo que intuyo que nunca se preguntó que ni asomó a pensar que esto iba a ser tan difícil, que tal vez era mejor no ponerse a tirar como una coneja o usar anticonceptivos.

Por lo que yo me pregunto ¿Es tan difícil usar anticonceptivos? Claro que no, o es que acaso ponerse un condón es una maldita labor que requiera formación especializada en manejo de materiales peligrosos; O mejor otra pregunta ¿Tanto fastidio da usar los putos anticonceptivos? Pues más fastidio da no poder irse de farra un domingo en la noche porque el pequeño demonio tiene escuela al día siguiente y debes levantarte más temprano que levantarlo tú misma; Mejor otra pregunta más dura y contundente directo a las costillas ¿Es que te da como pena ir a pedirle al farmaceuta que te los de? Pues más pena vas a pasar cuando tengas que calarte los berrinches del maldito mocoso en un Mc Donald’s porque el muy maldito no se quiere comer el sundae, porque ahora a último momento se le ocurrió que era mejor una barquilla.

Claro, pero ninguna de estas burras les debe pasar eso por la mente cuando van a consumar su acto sexual con su probablemente más burro amante, pues precisamente por eso es que tenemos esa inmensa de cantidad de carajitas y mujeres que ya a los 14 tienen su segundo hijo de una carrera que muy a pesar continuará hasta que la paridera llegue a un numero absolutamente insostenible tanto a nivel corporal como monetario, porque no creo que una mujer pueda tener 11 hijos sin tener secuelas graves en su mente al ponerse a pensar en que rincón del rancho va a meter a otro engendro, al que le ira seguramente aún peor al tener probabilidades de una altura al nivel del Burj Dubai de que su vida siga por el mismo curso del de su madre y padre, es decir, pobreza, paridera y miseria por donde camine.

Para este problema de paridera que tenemos y que desafortunadamente todos padecemos ya que cada engendro que estas burras paren nos causa problemas de manera directa e indirecta a corto, mediano y largo plazo, podemos echarle la culpa al deficiente sistema educativo de nuestro país, ya que la culpa no es solo de las burras y sus muy poco inteligentes amantes, la culpa también es de las madres de estas que seguro ya pasaron por lo mismo, debido a que lo que sus imbéciles amantes les ofrecieron les pareció más interesante que la clase de Educación para la Salud sobre los condones y su uso.

Hay muchas otras causas de este problema, que ya es hasta algo que se ve súper normal, ya que algo que cuando yo estaba carajito se veía como una aberración es una cosa de todos los días cuando notas diálogos de este tipo en la calle:

Tipo 1: ¿Cómo está la vaina?

Tipo 2: Nada, regular, el otro día la carajita salió preñada.

Tipo 1: Ah sí, bueno la mía también, pero normal.

Claro, sería normal si las hijas de los tipos no tuvieran 14 y 16 años, pero esto es solo el tonto punto de vista de un guevón como yo, lo que me hace pensar es que ya o los criterios de lo que se considera normal han variado hasta llegar a este punto de locura, o es que yo soy demasiado diferente de estos coños que disfrutan hundiéndose en su eterna miseria de paridera y anís a la que se condenan ellos sin saber que están también condenando a todo un país a tener que soportarlos.

Javier Lara volviendo luego de 4 meses fuera por problemas técnicos