sábado, 25 de septiembre de 2010

Violencia y Locura en la Caracas Pre-electoral.

Uno intenta no creerle mucho a Globovisión últimamente, pues uno piensa que a pesar de que las cosas en el país son una mierda al parecer ellos tratan de enlodarlo con doble intención, la primera para tener más rating, y la segunda para romperle las pelotas al gobierno, al hacerlos ver de una manera peor de lo que son (que es mucho decir).

Uno intenta no creerles mucho cuando nos muestran a los típicos chavistas de marcha que andan armados y profiriendo idioteces contra el imperio, cuando no tienen la menor idea de porque están luchando contra el susodicho imperio. Uno intenta no creer esto pues uno conoce chavistas y ve que son gente como uno, que son hasta pacifistas y les gustan las mismas cervezas que a uno. Es decir, los chavistas de acuerdo a las experiencias de la vida y la calle, son humanos que comen y cagan como uno, a pesar de cómo los muestra Globovisión.

Uno empieza a medio creerle a Globovisión cuando se empieza a mover en los círculos donde el chavista al tener poder se corrompe, como por ejemplo, las universidades, cualquier universidad de este país que tenga un centro de estudiantes está plagiada del estereotipo del chavista globovisivo que ya he descrito, o más aún cuando ve a un chavista en época electoral disfrazado de creyón rojo bajo un paraguas del mismo color, activando lo que se conoce como un punto rojo.

Me toco tener que soportar a algunos de estos personajes tragicómicos hace unos días cuando fui a Caracas con unos compas con el fin de entregar chuletas de Acción Democrática a las personas que esperan autobús en El Silencio para bajar al Estado Vargas. Un punto perfecto para esto debido al alto tránsito de personas que pasan arrechera en su día a día gracias al Gobierno Bolivariano y su infinita incapacidad para resolver los problemas de transporte. Por esa razón nos fuimos para allá 7 carajos para enseñarle a aquellos que tuvieran dudas acerca de cómo votar por algo distinto a los inútiles con cargo que hoy piensan ir a la reelección.

Todo transcurrió normal en el sitio donde yo me puse a repartir las chuletas y explicar a la gente el acto del voto (la cola de Autobuses con destino hacia Catia La Mar) Es decir, gente iba y venía, algunos aseguraban ser chavistas, otros se proclamaban más adecos que Rómulo y otros expresaban sus dudas y me pedían que se las aclarara, lo típico en una actividad de este tipo.

Todo iba a normal hasta que estábamos a punto de irnos, ya que cuando estábamos en la cola donde habíamos cuadrado para reunirnos (Caracas-Caribe-Naiguatá), me encuentro con Brayann quien me cuenta que un chavista lo andaba rondando a causa de que al intentar sabotearnos la actividad terminó saliéndole el tiro por la culata, pues intento darle una chuleta a un ni-ni agresivo quien le dio su razones para votar entre otras cosas “porque todos son unos ladrones”.

Luego del cuento, llega el personaje en cuestión (el chavista vapuleado) diciendo que lo habíamos ofendido o algo así, no le paramos mucha bola, pues su perorata era tan aburrida y carente de sentido que escucharla era un suplicio.

Luego de que se fuera estuvimos conversando hasta que en un momento llega una psicópata motorizada a increparme que había ofendido a un camarada, yo que no había hecho nada, le dije que conmigo no era la cosa, pero la disociada no parecía entenderme y mientras la veía pidiéndome explicaciones por muertos que no maté y reales que no me robé, llegan dos motorizados exigiéndole a uno de los que me acompañaba, Jonathan, que abriera el bolso.

Jonathan que no es güevón, se negó, y en ese momento uno de los motorizados asegurando ser Inteligencia Militar (a pesar de estar vestido más como miembro de un colectivo pro-chavista) saca una pistola y le exige a Jonathan apuntándolo lo mismo. En ese momento se armó el zafarrancho en el cual mientras Jonathan evitaba que los gorilas armados le quitaran su bolso, las personas que hacían la cola, los buhoneros y hasta los recogelatas salieron a defendernos alejando tanto a los gorilas como a la psicópata motorizada y logrando montar a Brayann en un autobús para que los psicópatas no les diera por dispararle.

Mientras el bullicio continuaba llegaron unos Guardias Nacionales a arreglar las cosas, colocándose de mediadores entre los psicópatas y nosotros, diciéndonos que teníamos que ir a su carpa para revisarnos allá y aclarar la situación. Dos personas de la cola voluntariamente se ofrecieron a ayudarnos a servir de testigos de lo que realmente pasó, por lo cual fuimos al sitio caminando nosotros como personas normales mientras los chavistas no hacían el menor esfuerzo por verse normales.

Y lo digo pues mientras caminaba cerca de mí una aprendiz de Lina Ron (con el cabello rubio y todo) me gritaba:

Wannabe de Lina Ron: Fuera de aquí adeco ladrón.

A lo que yo respondí al estilo del legendario Rafael Marín:

Yo: Yo te he robado algo a ti.

La deje con una cara de enojo mientras acompañaba a mis panas a explicar la situación a la vez que los guardias notaban que en lugar de armas o algo que pretendieran sembrarnos los chavistas, lo que había en el bolso de Jonathan eran chuletas y volantes de AD llamando al voto.

Mientras la revisión continuaba los chavistas buscaban excusas para que los guardias nos arrestaran, desde decir que habíamos dicho que los GN estaban con el chavismo, y un largo etc. Que fuimos desmontando haciendo que estos idiotas rasparan la olla de sus pensamientos buscando de que manera jodernos.

Mientras unos de mis panas continuaban conversando con los GN de repente la misma wannabe de Lina, se le ocurre volver a molestarme haciendo que se diera otro dialogo de locura:

Wannabe de Lina Ron: Ustedes no deben andar haciendo campaña aquí, porque ustedes son de Vargas.

Yo: ¿Y es que acaso esta ciudad es tuya?

Wannabe de Lina Ron: No (confundida por un momento) pero estoy dispuesta a defenderla como si fuera mía y por eso yo si soy capaz de entrarte a coñazos.

Antes de que pudiera responder Johnnel evitó que siguiera provocando a la bestia diciéndome que me quedara quieto, sabiendo que mi excesiva irreverencia pudiera terminar de desatar la locura que terminaría por provocar la violencia en el sitio.

A la par de este hecho la psicópata motorizada insultaba a Pedro, a lo cual, el empezó a actuar de manera condescendiente con ella lo cual la irritó más, haciendo que luego de esto se fuera y luego los Guardias nos dijeran que nos podíamos retirar tranquilamente, lo cual hicimos después de entrar en un autobús, en el cual lo que inicialmente fue una mezcla de orgullo y de miedo se transformara en una inmensa carcajada de locura, riéndonos de lo que pasó mientras bajábamos a donde vivimos.

Luego de este incidente, sólo sé que al momento de votar pensaré en la actitud de la wannabe de Lina, mientras me insultaba creyendo que con eso ganaría algo.

Ojalá cuando vuelva a Caracas, gané la oposición hasta en esa zona y este el mismo punto rojo ahí, para pasar de cerca mirando a esas bestias, y decirles que volvimos.

PD.: Si esto les dio arrechera, salgan a votar mañana, si no lo hacen ojalá que se les aparezca la wannabe de Lina insultándolos.