sábado, 27 de septiembre de 2008

Maldición, Viene Octubre

Actualmente sigo de vacaciones, y por esa razón mi vida se reduce a dedicarme a leer a Coetzee, beber té negro y escuchar The Who y Aerosmith todo el día (Me siento realizado cada día me convierto más en un ermitaño). El único problema con vivir en este estado de semi-aislamiento es que se pierde la noción del tiempo muy rápido, y por esa razón nunca se sabe si es jueves o lunes porque todos los días se parecen.

Hoy me dí cuenta de algo, de que esto podría acabar pronto, pues me quedan pocos días de vacaciones, y también que se avecinan los peores 90 días del año, los de fin de año.

Si, hablo de Octubre, el mes en el que Caracas aumenta su caos en todos los sentidos, el mes en que las escuelas abren, comienza la pesadilla de fin de año llamada béisbol profesional venezolano, se intensifica la campaña electoral (sobre todo ahora que todos los años hay elecciones) y cuando digo que se intensifica, es que todos los días salen los camiones con un supersoundsystem anunciando a cada candidato a cada cargo por muy absurdo y sin importancia que sea.

Lo peor de este mes, es que inmediatamente luego viene noviembre, el mes que resulta ser siempre el del suspenso, ya que la mayoría de las elecciones suelen ser en diciembre (con la contada excepción claro está de las de este año) y en este mes comienza la agitación pre-electoral de siempre, que si las compras nerviosas, que si las manifestaciones que terminan en balaceras con la policía, que si el incremento de las colas para todo, y sobre todo el comienzo de la escazes de todo, desde azúcar hasta casi que el papel toillet empieza a desaparecer, dándonos la señal de que el mes siguiente estará regido por la ley de Murphy (y no precisamente la de Eddie Murphy).

Y luego de este mes de incertidumbre, llega lo peor, el mes electoral por excelencia, el mes del consumismo desenfrenado, Diciembre, mes que casi siempre arranca de verdad con la celebración de las elecciones siempre después de uno o varios disturbios que una vez que llegan las elecciones no se repiten hasta la próxima convocatoria, es decir, todo un espectáculo predecible. Luego ocurre todo lo que siempre pasa en diciembre, termina la agitación y como si nada la gente se pone a beber como enajenados que son, a lanzar fosforitos y mariqueras por razones que desconozco, y un largo etcétera que si quieren ver como es, les invito a leer un post mio de hace un año donde escribí sobre las costumbres decembrinas que me parecen detestables y las que me gustan llamado Cosas que me gustan y que Odio de Diciembre.

Pero en fin viene octubre y no puedo evitarlo, llegan los peores 90 días del año, los 90 días del fin casi que como la canción "Five Years" de David Bowie, sobre el fin del mundo. 90 días que son el inicio del fin para unos y a la vez el fin del inicio para otros.

1 comentario:

Angie Rodriguez Instagram Links dijo...

Seh... el domingo me tuve que calar el megasonido de un candidato del Hatillo que de paso conocerán en su casa...