jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Diciembre enloquece a la gente? ¿O soy yo el Loco?

Nota: este es como un resumen de cosas que me han pasado desde el primero de diciembre hasta el día de hoy, por lo que podrá resultar un poco revuelto el asunto.

Es jueves, tengo que llegar temprano a la universidad, la clase es a las 9 pero por suerte son las 8 y ya estoy cerca de la ciudad maldita. En cualquier momento me bajo de esta lata con ruedas que por suerte tiene el equipo de sonido dañado por lo que puedo escuchar a Linkin Park en mi mp3 tranquilamente sin tener que escuchar a la vez a Chino y Nacho con una de sus vainas incomprensibles.

Bueno ya estoy en Caracas, pero verga que maldita cola, yo aquí no sigo mejor voy caminando hasta la estación del metro que esta cerca porque yo no quiero seguir tragando humo de carros todo este corto trayecto hasta el Capitolio.

Llegué al metro, bien no está tan lleno que digamos a pesar de todo por lo cual me monto. A pesar de que tengo que irme parado no ando como una sardina enlatada oliéndole los sobacos a alguna vieja gorda y sudorosa. Al lado mío sin embargo hay una gorda con un ligero parecido a Lina Ron agarrándose del poste y sentado frente a mi un tipo leyendo el Meridiano vestido de jeans y camisa marrón. En este momento estamos en Caño Amarillo, miro por la ventana y veo una de las cosas más raras que he visto en toda mi vida, un burro comiendo pasto cerca de los rieles del tren como si esta vaina fuera un llano estilo Apure repleto de burras perseguidas por llaneros birriondos. En el momento en el que estoy a punto de tomarle una foto con el celular el tren arranca y pierdo la oportunidad de comprobar de que no estoy loco por haber visto a un burro en pleno oeste caraqueño. Cuando se oye al operador del metro diciendo que estamos en la estación Capitolio, el tipo de camisa marrón se para e intenta salir del sitio pero la Lina Ron le dice:

Lina Ron: Esperate que yo también voy a salir, nojoda, te la das de muy macho para andarme empujando.

Yo mientras tanto observo alejándome de esta gente antes de que me den un golpe por estar en el lugar y momento equivocado, que el tipo esta haciendo lo imposible por contener la calma mientras esta wannabe de Lina Ron insulta su hombría de manera deliberada. En el momento en que se abren las puertas del metro Lina empuja al tipo haciendo que cuando lleguen al anden empiecen una gresca de insultos que luego se transforman en golpes, convirtiéndose este pacífico viaje en metro en una vaina parecida a un episodio de Laura en América. Mientras Lina falla los golpes que le propina a Camisa Marrón se oyen varios comentarios que dicen "Pégale para que respete a los hombres", "Coño, si no te gusta coge taxi". Apenas la pareja es separada me dispongo a salir rápido de la estación no vaya a ser que ya se hayan hecho las 9 y yo aquí viendo a "Laura en el Metro de Caracas".

Luego de este episodio, cuando creo que ya tuve suficiente violencia por el día de hoy, apenas salgo de la estación observo como un tipo corre de una manera que Usain Bolt se queda pendejo y si no es por unos segundos el tipo me tumba. Observo al tipo corriendo y apenas volteo veo que hay tres policías con sus pistolas desenfundadas diciéndole al tipo que se pare mientras el man ya va cerca de la parada de los autobuses de La Guaira, es decir que el tipo cometió un gran error al irse por ahí, dado que cualquier guaireño loco lo podrá golpear y entregarlo a los pacos rápidamente.

Luego de esto llego temprano a la universidad, y cual es mi sorpresa que el profesor lo único que hizo fue decirnos Feliz Navidad e irse. Dadas las circunstancias decidí irme a comprar ropa en Plaza Venezuela, y para ahorrarles este momento tan ladilla mejor pasamos al episodio que de verdad compete.

Luego de las compras llego a un restaurante chino allá mismo en Plaza Venezuela, pido una cerveza y me doy cuenta de algo, que a pesar de que este es un restaurant chino, no he visto a un sólo amarillo y además la música de fondo del restaurant en lugar de ser una de esas vainas que tanto escuchan los chinos, es un flamenco vulgar y rupestre que hace que me sienta más bien en una marisquería de esas donde cuelgan jamones de utilería en la barra. Al final de eso la comida estaba buena razón por la que me olvide que no vi un sólo chino en el restaurant.

Luego me voy en Metro, y cual es mi sorpresa que hay un zafarrancho similar al que viví en Capitolio en la estación La Paz, con un montón de gente gritando porque alguien se coleo, observandose un salvajismo que me hace pensar: ¿Esta ciudad ha enloquecido por completo? ¿O es tal vez que soy yo el que me volví totalmente loco y estoy viviendo en la dimensión desconocida?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja tan buenas las reglas para hacer un comentario...

mira chico, la verdad, dichoso tu...aqui en acarigua lo mas raro que vas a ver es un indigente cagando en la isla de una avenida...supongo que alla en la capital se debe ver bastante eso...

y que esperar de diciembre? un mes donde la gente sale a beber y beber sin sentido alguno...si claro, por el niño dios...ese es tan jodedor...en estos dias salio de alcoholicos anonimos el pobre XD

yo creo que no estas loco, simplemente usas la cabeza

Antonieta H. dijo...

Diciembre pone loca a la gente definitivamente y no se vale aquí en margarita no se ven esas cosas en la calle...que aburridos jajaja

saludos

Lyss dijo...

Jajajajaj! pana creo que tambien vivo en tu dimension!! no se que rayos le pasa a la gente ultimamente!!!