lunes, 12 de abril de 2010

La Muerte del Buen Kiosquero.

Yo tengo la intención de plantear una pequeña pregunta, antes de comenzar mi disertación ¿Usted iría a comprar medicamentos una farmacia donde el encargado no sabe diferenciar entre una pastilla de Atamel y una de Viagra? Esto es algo retorico, no tienes que contestarlo, pues de ser así, cada vez que yo me enfermara de fiebre no solo tendría que luchar con este horrible síntoma, sino además estaría en una franca batalla de vestuario conmigo mismo buscando como evitar que se note mi portentosa erección durante varias horas si corro con suerte.

Tal vez exageré con este ejemplo al iniciar esto, ya que una situación tan bizarra como esta es muy difícil que ocurra, pero de la misma forma que uno no compraría medicamentos en la tienda de un total desequilibrado que no distingue analgésicos de afrodisíacos, yo creo que uno no debería comprar cualquier cosa en un sitio donde el que este encargado de la tienda tenga un conocimiento nulo sobre lo que está comerciando.

¿Y esto a que viene? Pues una vez más a la idiotez humana, al problema vocacional y de poco empleo que aún cuando la gente crea que no la afecta, si la afecta, solo que de manera indirecta. A mi me afecta de ambas maneras, primero porque soy desempleado y la segunda porque me tengo que calar cosas como está cuando voy a comprar el periódico un domingo cualquiera:

Yo: Un Nacional, un Universal y un Últimas Noticias.

Kiosquera: Últimas Noticias nada más, porque no vino Nacional ni Universal.

Yo: ¿No vino? Pero si es domingo y siempre venden más los domingos?

Kiosquera Burra: Pero es que el distribuidor ya no viene porque quiere que yo lo reciba a las 5 de la mañana.

Yo: Pero siempre es así en todos los kioscos, ¿Porque no lo abres más temprano en lugar de andarte quejando porque no vendes casi?

Kiosquera Burra: Ay yo no sé.

Y en ese preciso momento es cuando me entran unas ganas de joder a la kiosquera al igual que hace Pity Álvarez en esta canción:

Señor Kiosquero-Intoxicados.


¿Y porque quisiera quedarme con el fruto de su trabajo? Pues porque su trabajo es tan malo que se nota que su dinero no vale nada por la manera como se lo gana, es decir que como le chupa un huevo darme un buen servicio también le debería chupar un huevo que yo me lleve su dinero.
Y de esta manera no incito al robo, solo digo la manera como me siento al tener que calarme excusa tras excusa de una kiosquera idiota, de un kiosco que rara vez ha tenido un kiosquero decente; y que aún a riesgo de ofender a una que otra feminista que lea esta vaina el comportamiento de burras como esta me hacen pensar que el machismo es un mal necesario.

Porque a decir verdad ese kiosco pareció siempre estar maldito, pues su dueño original era un viejo idiota con un parecido bizarro a Chuck Berry, al que tenía que padecer debido a que mi padre le dejaba pago el periódico, pero claro yo era quien tenía que ir a buscar el periódico calándome a este viejo y sus problemas de memoria selectiva, ya que a pesar de que varias veces se olvidaba de apartarme el periódico, siempre a fin de mes intentaba cobrarnos hasta los periódicos que nunca nos dio, pero claro cualquier persona era más lista que él y nunca se salía con la suya (más de una vez le compraba los Urbes a mitad de precio porque pensaba que eran a 500 cuando ya estaban a mil).

Tal vez no escribiría esto si el problema fuera solamente el kiosco del viejo, ese es el peo, que en buena parte de los kioscos donde suelo comprara el periódico bien cuando estoy en Caracas o en La Guaira se ha perdido la imagen del kiosquero o kiosquera afable que se levantaba a las 3 de la mañana para recibir a sus proveedores a las 4 y abrir el kiosco a las 5 para luego cerrarlo a las 3 pm, pero no porque quisiera hacerse rico, sino porque considera que su trabajo es de pinga, porque para él los periódicos son algo más que el medio para ganarse el pan, porque vender diarios no solo es dar el diario sino compartir opiniones con los clientes, es decir el kiosquero confiable que habitaba en buena parte de Venezuela ha muerto y ha sido reemplazado por las mismas burras que no deberían estar en ningún otro lugar que no sea en una maquila cosiendo los zapatos que sus hijos tukkys quieren comprar porque están a la moda.

Pero así como la burocracia, las farmacias, los kioscos y todos los sitios donde se supone deberían darnos un buen servicio, han sido tomados por burros totales que creen que por no conseguir trabajo pueden irse a uno que según ellos es fácil pues es solo “vender periódico”, sin importar que las implicaciones de este oficio requieren algo más que actuar como los inútiles que son, que creen que pueden ganar dinero solamente calentando un asiento.

Todos ustedes pueden irse a la mierda. Kiosqueros Idiotas mis bolas.

P.D.: Hay una luz al final del túnel, ahora compro el diario en un kiosquero donde quienes atienden son extrañamente corteses, bien hablados y saben diferenciar muy bien a El Nacional del Universal, no solo por la tipografía, sino porque lo han leído y saben muy bien que no son la misma vaina en cuanto a línea editorial, he encontrado una aguja de plata en un inmenso pajar creciente de kiosqueros idiotas.

4 comentarios:

Raven dijo...

Interesante artículo, y es muy cierto eso de los quioscos, a veces me he topado con gente brutísima que no saben si atenderte o insultarte, y te ven la cartera como si fuera una olla de oro, peor aún si son las paradas inteligentes de movistar, donde estan más pendiente (sobre todo jóvenes) de mostrarse ellos (como si fueran gran cosa) en vez del producto manchando el nombre de la empresa (que es una mierda en este caso, así que eso es lo que tiene que mostrar, 0 publicidadc engañosa). Cabe mencionar que no sólo en ese ámbito ha decaído la atención al cliente, pareciera que es un mal general, un virus nacional, ya no les importa tratarte mal, con tal que pagues, pues les sabe a mierda la maldita sonrisa que venden en los comerciales publicitarios, y dicen que los antisociales somos nosotros, ja!. A la mierda los valores! ( O es que soy muy susceptible?)

Anónimo dijo...

Esto es parte de la epidemia de Perruno-Desvergüenza que ha atacado la atención al cliente en Venezuela.

Poco a poco se ha ido implementando el requisito indispensable de ser una Perra Desvergonzada para poder ocupar un cargo en contacto con el público.

Devil with the black dress on dijo...

Es un asco la atencion al publico en este pais. La gente te trata como si estuvieras interrumpiendo sus ocupadas vidas cuando lo unico que quieres es comprar un periodico o un cafe.

José dijo...

El problema del mal servicio al cliente proviene de la exageración de la "desatención cortes", termino que utilizaba el fallecido padre de la microsciologia Erving Goffman para nombrar ese modo frio del trato entre los habitantes de las grandes ciudades, o en terminos mas simples, esa idea de ver al otro como un pedazo de mierda a quien joder, explotar o aprovecharse. La "desatención cortes" funciona en una mezcla de frialdad y distancia en el trato con una desconfianza para con el "Otro."

Es la cultura del "ese no es mi peo, si te gusta o no, calatelo", aún cuando el tipo de relación (economica) que se constituye implica el buen trato.

Tambien esta el factor de quienes atienden esos negocios no son sus dueños, sino tristes asalariados frustados con sus vidas que pagan normalmente su arrechera con los pobres clientes.