viernes, 9 de abril de 2010

¿Por qué Paren Tanto?

Siempre que ando en la calle, caminando, en un autobús o simplemente parado en una calle realizando lo que algunos llamarían ejercicios de observación y otros simplemente perder el tiempo; noto con atención no solo la conducta y modos de vestir de las personas, sino también me pongo a esperar por esos pequeños conflictos que se dan en estas ciudades por lo que un parte policial llamaría motivos fútiles, conflictos que al ver que ocurren, espero que lleguen a la básica violencia de los puños solo para divertirme observando cómo dos seres de inteligencia limitada tratan de demostrar su superioridad o inferioridad por la vía de la lucha libre.

Claro, no todo el tiempo suelen ocurrir peleas en los sitios donde mi rango de visión llega a observar, lo peor es que cuando suelo dejar volar mi imaginación para que las peleas ocurran en mi mente con la esperanza de que ocurran en la vida real para mayor entretenimiento e hilaridad, algún escándalo me saca de todos los pensamientos relajantes existentes para devolverme a la dolorosa y aburrida realidad. Y eso no es todo, lo peor es que quien suele interrumpir ese lapsus de delirio en el que dejo absorber, suele ser el incesante llanto de un niño que una y otra vez desgarra mis oídos y evita que vuelva mi concentración para imaginar un mundo mejor sin mujeres pendejas que creen que el llanto de su hijo es un problema de mi incumbencia.

Y el problema va peor cuando noto que la madre de este engendro del demonio, es una carajita unos años menor que yo que no hace nada para callar a su hijo idiota porque sabe que es inútil no puede hacer, precisamente porque es una idiota que no sabe cómo cuidar un niño, por lo que intuyo que nunca se preguntó que ni asomó a pensar que esto iba a ser tan difícil, que tal vez era mejor no ponerse a tirar como una coneja o usar anticonceptivos.

Por lo que yo me pregunto ¿Es tan difícil usar anticonceptivos? Claro que no, o es que acaso ponerse un condón es una maldita labor que requiera formación especializada en manejo de materiales peligrosos; O mejor otra pregunta ¿Tanto fastidio da usar los putos anticonceptivos? Pues más fastidio da no poder irse de farra un domingo en la noche porque el pequeño demonio tiene escuela al día siguiente y debes levantarte más temprano que levantarlo tú misma; Mejor otra pregunta más dura y contundente directo a las costillas ¿Es que te da como pena ir a pedirle al farmaceuta que te los de? Pues más pena vas a pasar cuando tengas que calarte los berrinches del maldito mocoso en un Mc Donald’s porque el muy maldito no se quiere comer el sundae, porque ahora a último momento se le ocurrió que era mejor una barquilla.

Claro, pero ninguna de estas burras les debe pasar eso por la mente cuando van a consumar su acto sexual con su probablemente más burro amante, pues precisamente por eso es que tenemos esa inmensa de cantidad de carajitas y mujeres que ya a los 14 tienen su segundo hijo de una carrera que muy a pesar continuará hasta que la paridera llegue a un numero absolutamente insostenible tanto a nivel corporal como monetario, porque no creo que una mujer pueda tener 11 hijos sin tener secuelas graves en su mente al ponerse a pensar en que rincón del rancho va a meter a otro engendro, al que le ira seguramente aún peor al tener probabilidades de una altura al nivel del Burj Dubai de que su vida siga por el mismo curso del de su madre y padre, es decir, pobreza, paridera y miseria por donde camine.

Para este problema de paridera que tenemos y que desafortunadamente todos padecemos ya que cada engendro que estas burras paren nos causa problemas de manera directa e indirecta a corto, mediano y largo plazo, podemos echarle la culpa al deficiente sistema educativo de nuestro país, ya que la culpa no es solo de las burras y sus muy poco inteligentes amantes, la culpa también es de las madres de estas que seguro ya pasaron por lo mismo, debido a que lo que sus imbéciles amantes les ofrecieron les pareció más interesante que la clase de Educación para la Salud sobre los condones y su uso.

Hay muchas otras causas de este problema, que ya es hasta algo que se ve súper normal, ya que algo que cuando yo estaba carajito se veía como una aberración es una cosa de todos los días cuando notas diálogos de este tipo en la calle:

Tipo 1: ¿Cómo está la vaina?

Tipo 2: Nada, regular, el otro día la carajita salió preñada.

Tipo 1: Ah sí, bueno la mía también, pero normal.

Claro, sería normal si las hijas de los tipos no tuvieran 14 y 16 años, pero esto es solo el tonto punto de vista de un guevón como yo, lo que me hace pensar es que ya o los criterios de lo que se considera normal han variado hasta llegar a este punto de locura, o es que yo soy demasiado diferente de estos coños que disfrutan hundiéndose en su eterna miseria de paridera y anís a la que se condenan ellos sin saber que están también condenando a todo un país a tener que soportarlos.

Javier Lara volviendo luego de 4 meses fuera por problemas técnicos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mejor no lo pude haber dicho Yo ... Y eso que soy mujer pero opino igual.. La solucion para la miseria y marginalidad de este pais es la ESTERILIZACION MASIVA !!! Perrita de 13 a 19 anos que para en la maternidad que la liguen automaticamente y sin mediar palabras, por que el proximo marido la va a prenar en menos de un ano ... A Los futuros vagos y atracadores y chaburros de este pais !!!

Devil with the black dress on dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dices. Yo no soporto a los bebes llorando, no importa si la madre sea una adolescente o no. De hecho, no soporto a ningun niño que tenga menos de 5 años.