Relato de una Crónica sin Título

El alcohol está haciendo estragos conmigo, si bebo un trago más me voy a rascar, que bueno que ya se acabó la botella de Cacique y que esta maldita fiesta ya se acabó. Mejor me voy, pues yo no se ni que estoy haciendo yo en una fiesta, porque a mi el bailar me repugna la verdad.

Miro al cielo, la noche es estrellada y además hay luna. Esperando al autobús me tomo "el diablo" (el poco alcohol que queda al final de la botella) y tiro la botella contra el piso rompiéndose en mil pedazos que ante mis ojos se rompe lentamente. Me monto en un autobús lleno de gente y me tengo que ir parado de paso.

Se para una vieja de uno de los puestos y me siento en el asiento antes de que otro se siente, me recuesto contra la ventana observando el paisaje de la ciudad cutre de Crackass mientras prendo mi mp3, para callar al maldito reggaetton que el abusador que conduce le impone a los pasajeros a todo taco y con un bajo que haría que el mismo Steve Harris se aturdiera.

El maldito "Sexy Movimiento" y su bajo de los mil demonios, no me permite escuchar mis canciones de Aerosmith tranquilamente porque al parecer el que conduce esta mierda, cree en el "totalitarismo musical" ya que solo le importa lo que el escucha, los demás son simples plagas que nos tenemos que calar su mierda porque a el muy abusador le da la gana.

Por fin llegue a mi destino, que bueno que ya me baje del autobús mierdero ahora a caminar y esquivar motoladillas para evitar que me choquen.

Maldita cola voy a calmarla con unos Doritos porque los Platanitos los odio desde esa propaganda del "llanero marica", el problema es que es viernes y estos días las colas son más ladilla que otros días de la semana, razón por la que abundan los "piratas" que cobran 5mil en lugar de los 2600 Bs.D usuales y vulgares de los días restantes.

Luego de... ya ni se cuanto tiempo, me monto en un autobús con aire acondicionado a 3000 Bs.D y me pongo los audifonos para escuchar rock tranquilazo.

Veinte minutos después mi mp3 se apaga repentinamente, signo que quiere decir que la pila se le está acabando y me resigno a quitarmelos, para calarme a la ladilla de Miguel Moly con sus merengues balurdos. Repentinamente el autobusero cede a mis suplicas y quita el merengue balurdo poniendo un merengue más soportable como es Bony Cepeda y sus merengues eroticos que por alguna razón no me molestan tanto como los anteriores.

¡Mierda! ¡Ya llegue a la parada! ¡Parate coño e' tu madre pa date tu merecido! Por suerte para el conductor se detiene y me bajo dando tumbos. Al parecer el alcohol esta haciendo su efecto pero mejor sigo caminando para llegar a mi casa y quitarmelo con un buen plato de espaghettis con salsa Bologna.

Dando tumbos todavía llego al ascensor y veo que hay una pareja tambien esperando, lleag el ascensor y me noto junto a la pareja que al parecer se da cuenta de mi estado de ebriedad porque empiezan a actuar como si yo no estuviera, empezando a besarse y a casi tener sexo en el ascensor como esa famosa canción de Aerosmith al tiempo que yo me bajo y llego a mi apartaco.

Mi casa luce sola, que bueno me gusta así, mis padres y mis hermanos duermen, todo está a oscuras y me sirvo mi plato de comida a oscuras mientras observo en la calle a unos motorizados haciendo piruetas peligrosas con una botella en sus manos de algo que debe de ser anis pus esa es la bebida oficial de los motodelincentes.

Termino mi comida y me echo en el sillón a ver la televisión, como no hay nada más que porno en el cable, me pongo a ver "The Razorblade" (La Hojilla) y mientras veo a Mario hablando jocosamente de la ultima idiotez de Globoterror me voy durmiendo pero en ese momento Mario dice que tiene una llamada y es obviamente Chávez.

Chávez se oye algo alicaído y luego de 15 minutos de palabrería sobre el imperialismo y la CIA dice: "Mario, dado que el modelo de socialismo que he propuesto ha fracasado, he decidido presentar mi renuncia".

Apenas dice esas palabras me sorprendo pero al caerse mi vaso de Toddy al piso, me despierto y me doy cuenta de que Chávez no ha renunciado y sigue su palabreria sobre el imperialismo que hizo que me quedara dormido, por lo que me voy a dormir porque no tengo ganas de seguir escuchando su palabrería un minuto más.