La Gran Paja de tener el Cabello Corto.

Yo siempre he tenido problemas con mi cabello, creo que eso se origina principalmente porque cuando era pequeño quien se encargaba de la labor de cortarme el cabello era mi madre, quien me lo cortaba ella misma porque era tacaña y no quería pagarle a los barberos de la esquina. Todo habría estado bien, si no fuera porque ella, me lo cortaba muy mal, pero no mal en el sentido de que me deje el cabello lleno de huecos o que me lo deje asimétrico, es que cuando me cortaba el cabello, era una imagen similar a la escena de V for Vendetta, donde a Natalie Portman la afeitan al rape, ya que hacía que una actividad tan sencilla fuera algo tan doloroso como ser golpeado con tablas de pupitres.

Probablemente es que esta actividad no era más que una forma indirecta de castigo de mi madre ante mis constantes diabladas y malas maneras, pero igual no era forma de castigar a un niño, ya que no sólo me estaba cortando el cabello a mí que siempre he querido tenerlo largo, sino que además me lo cortaba de una forma casi penitenciaria, ya que como ya mencioné el dolor era espantoso.

Conforme fui creciendo ocurrieron varias cosas, la primera fue que me liberé del yugo de dejar que mi madre tocara mi cabello cuando se le daño la máquina de afeitar a mi madre, y posteriormente se dio cuenta de que cortarme el cabello con tijeras además de ser muy engorroso, seguía siendo tan molesto para mí como cuando me lo cortaba con maquina, así que por mutuo acuerdo decidí con mi madre cortarme el cabello con su peluquera de confianza (que además es de la familia).

Con esto no quiero decir que mis penurias se acabaron, ya que solamente se durmieron un poco, debido a que a pesar de haber desaparecido la tortura mensual de tener que afeitarme con mi madre y sus problemas de pulso que convertían el momento de la afeitada en un centro de torturas nazis o en la canción Floyd the Barber de Nirvana, todavía tenía que afeitarme de una manera que no me gustaba, casi al rape, ya que en los colegios donde estudie eran poco tolerantes hacia espécimenes de sexo masculino con cabello largo.

En el primer colegio donde estuve, la norma no era tan dura, pero aún así a mi madre no le gustaba que yo pasara más de un mes sin afeitarme y por eso todos los meses tenía que seguir yendo a la peluquería. En cambio en el segundo colegio en el que estuve (un colegio militar) eran unos jodidos nazis en ese aspecto, si tenías el cabello un poco alto no entrabas a clase ni porque le rogaras al milico de mierda con dinero.

Afortunadamente, el día en que supe que estaba todo por terminar, que ya las clases estaban por acabarse y por lo tanto me podía pasar por el forro las normas, llegó y ese día por última vez, la máquina de afeitar pasó por la jungla que es mi cabello. Ese día fue el 23 de junio de 2007, me acuerdo como si fuera ayer porque fue uno de los más grandiosos días de mi vida y porque 2 días después al presentar el proyecto final de bachillerato (que fue una mierda), por fin llegó la libertad absoluta, ya que aunque todavía no tenía el título de bachiller encima, no estaba obligado de ninguna manera a seguir yendo al liceo, ya que no tenía nada que entregar ni razones para ir.

Luego de eso pasé más de un año sin ni siquiera recortarme el cabello, lo cual hizo que en un momento me pareciese a Lenny Kravitz en la portada del disco Lenny(obviando el hecho que soy mucho más blanco que él, no soy un papeado como él, y desafortunadamente no soy tan cool como él), teniendo que soportar los eternos pedidos de mi mamá de que me afeitase, las millones de veces que mi padre me molestaba preguntándome cuando me iba a afeitar, además e las múltiples indirectas de mis amigos tipo “hay café”, “los barberos tienen hambre”, “¿Estás Pagando una Promesa?” y ese montón de idioteces que la gente suele decir cuando ven a un tipo con mucho cabello pasar cerca de ellos.

Claro posteriormente me lo corté, pero fue más porque me daba mucho calor que por las constantes burlas, y aún cuando hoy lo sigo teniendo largo cortándomelo en intervalos de más o menos cuatro meses (ahora lo tengo como una mezcla del nivel de Lenny en el video I Belong to You con la forma desordenada de Robert Smith de The Cure), me molesta mucho que se tome en cuenta que porque uno tiene el cabello largo ya por eso se es marihuano o algo así, y lo peor que quienes te juzguen sean los típicos micos estilo kendry que tanto abundan por allí, es decir acaso es más tolerable tener apariencia de tukky que de rockero, váyanse a la mierda, a mi me parecería bien que quien me diera clases tuviera más cabello que el Pibe Valderrama y se vistiera de negro, no se supone que lo que se evalúa al buscar trabajo son las habilidades y no la apariencia.

No me jodan, en está vaina son capaces de mandar al carajo a la gente sencillamente porque aquellos con cabello largo no son gente según cualquier empleador de esta porquería. Es decir que si quieres conseguir trabajo en Venezuela no sólo tienes que ser un pelutodo con buena presencia, tienes casi que uniformarte todo el tiempo igual que cualquier imbécil de esos que yo tanto odio solo para ganarte el 15 y último y ser considerado gente, yo así no quiero ser, después de eso viene terminar gordo, casado a los 20 , convertido en un conformista de mierda y muerto a los 50 de un infarto sin haber hecho ni la mitad de lo que me he propuesto en la vida, si para eso tengo que tener el cabello corto, entonces debería seguir como estoy con mi cabello desproporcionado aguantando a los imbéciles de siempre que se creen mejores que yo por el solo hecho de cortarse el cabello como el resto de la gente quiere que se lo corten, yo me niego a seguir esos patrones antiguos. Cabello Corto mis Bolas.